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En la naturaleza, el invierno es una época de hibernación. Para los humanos, la elección de productos frescos parece pobre y poco atractiva.
Si extrañas las jugosas fresas y los tomates maduros del verano, no te preocupes. El invierno nos ofrece una abundancia de alimentos nutritivos que pueden transformar una estación aburrida en una deliciosa y saludable.
Aquí hay diez formas de variar su dieta y al mismo tiempo obtener muchas vitaminas, antioxidantes, flavonoides, minerales, fibra y más.
1. Chocolate caliente con cacao . Cambie el tradicional chocolate caliente con alto contenido de azúcar por una bebida hecha con chispas de chocolate. cacao o chocolate negro que contenga al menos un 75% de cacao. Disfruta de los beneficios de las metilxantinas contenidas en este superalimento, que promueven el equilibrio del estado de ánimo y el buen funcionamiento del sistema pulmonar.
2. Caldo de huesos con champiñones, cebolla y ajo. Guarde los huesos de su pollo asado o trozo de carne y déjelos hervir a fuego lento durante 4 a 6 horas en agua con varios hongos , cebollas ajo en rodajas y picado, así como otras verduras y hierbas a tu gusto. Utilice el caldo como base para sus sopas y guisos, o disfrútelo como bebida caliente. Tu sistema inmunológico te lo agradecerá.
3. Waffles de matcha. Añade un toque de fantasía a tu brunch de fin de semana añadiendo Añade polvo de matcha a la masa de tus waffles o panqueques. Sus poderosos antioxidantes son beneficiosos para todos tus órganos, como la piel o el corazón.
4. Potaje de lentejas o frijoles. Un buen guiso de invierno siempre es reconfortante después de un día frío al aire libre. Agregue lentejas o frijoles para aumentar la ingesta de fibra y absorber nutrientes esenciales como zinc, hierro y magnesio.
5. Batido de verduras de invierno. Fortalece tu hígado y calma la inflamación preparando batidos, sopas, salsas o guisos utilizando hojas de diente de león, col rizada, berza, acelga o hojas de mostaza.
6. Granada. Las jugosas semillas de esta fruta están llenas de polifenoles y antioxidantes, conocidos por favorecer la fertilidad, la inmunidad, la función cardíaca e incluso la salud bucal. Agréguelos a ensaladas o cómalos como refrigerio y disfrute de su sabor ácido y energizante que despierta las papilas gustativas.
7. Té adaptogénico. Una taza de té purificador es una excelente manera de calentarse durante los meses más fríos del año. Si incorpora plantas adaptógenas, esta bebida también puede ayudar a controlar el estrés. Intente agregar algo albahaca sagrada (también llamada tulsi), de la moringa , ortiga o una mezcla de plantas adaptógenas.
8. Jugo recién exprimido. Olvídate del jugo concentrado y comienza a preparar el tuyo propio. Los pomelos, naranjas, mandarinas y limones maduran en invierno. Una refrescante taza de su jugo es una fuente rica de vitamina C, potasio y fibra. Para obtener aún más beneficios, no olvides dejar la pulpa.
9. Verduras de raíz al horno. La calabaza, las chirivías, las remolachas, las zanahorias y los colinabos son verduras de invierno llenas de fibra y antioxidantes que se pueden asar y comer tal cual o utilizar en una variedad de platos, desde sopas y guisos hasta salsas y batidos.
10. Alimentos fermentados. Mejore la salud intestinal durante toda la temporada con alimentos fermentados como chucrut, kimchi, miso, kéfir y kombucha. Estos alimentos son fáciles de almacenar durante el invierno y pueden equilibrar la microflora intestinal para estimular su inmunidad en preparación para los brotes de resfriados y gripe.
¿Estás listo para diversificar tu dieta invernal disfrutando de multitud de nutrientes y sabores? Inspírate con estas ideas para descubrir todo lo que la temporada de frío tiene para ofrecerte, probar nuevos alimentos y disfrutar de sus beneficios para la salud.
REFERENCIAS:
https://slowfoodusa.org/comer-en-invierno-en-tu-region/
https://extension.psu.edu/comer-de-forma-estacional-y-local-en-el-invierno