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Este es un fenómeno muy común. En general, estamos satisfechos con nosotros mismos y con nuestras vidas.
Luego vemos que alguien más lo hace aún mejor. Entonces empezamos a cuestionar nuestro trabajo, nuestras elecciones e incluso a nosotros mismos. ¿Cómo llegamos a este punto y por qué valoramos tanto a alguien que disfruta de la vida?
Es difícil No a compararnos con los demás ante el flujo incesante de información y fotos que nos llegan sobre la vida de los demás, ya sea en nuestro smartphone o en la televisión. Es difícil No a Sentir celos cuando estamos en la oficina y vemos una publicación de Instagram de alguien de vacaciones en una isla griega con aguas turquesas, bailando toda la noche con una bebida en la mano.
Desafortunadamente, a nuestras mentes les cuesta pensar en términos absolutos. En cambio, utiliza puntos de referencia para evaluar las cosas. Un punto de referencia es un estándar existente con el que se compara toda la información futura. Por ejemplo, supongamos que usted gana alrededor de 50.000 € al año. Este salario te viene muy bien. Pero cuando te enteras de que el salario de tu compañero es de 80.000€, pierdes parte de tu satisfacción. Ésta es la triste realidad de los puntos de referencia.
¿Los puntos de referencia afectan nuestra felicidad diaria? Sí, absolutamente. Nos referimos y comparamos con dos puntos de referencia particulares. Lo primero es nuestro pasado. Comparamos nuestro salario actual con el anterior, que puede ser mayor o menor. Comparamos nuestra relación actual con nuestras relaciones pasadas, nuestro coche actual con nuestros coches pasados, etc. ¿Cómo era nuestro nivel de felicidad en aquel entonces comparado con el de hoy?
El otro punto de referencia que utilizamos mucho, y probablemente el que más nos afecta, es la situación de los demás. Facebook, Instagram, Snapchat y muchas otras plataformas de redes sociales nos muestran las vidas de cientos, si no miles, de otras personas. La televisión y numerosos medios de comunicación también nos exponen a diferentes ángulos y puntos de vista.
Las redes sociales conducen a la comparación social, lo que a su vez conduce a una menor autoestima. Utilizamos a estas personas como puntos de referencia con los que comparamos nuestras carreras, nuestros cuerpos, nuestras aficiones... Las investigaciones muestran que el impacto sobre nosotros es casi siempre negativo.
Adyashanti, guía espiritual y autora, enseña que la felicidad proviene del despertar, y que el despertar sólo puede ocurrir una vez que llegamos a un punto en nuestras vidas donde ya no tenemos puntos de referencia.
Entonces, ¿cómo deshacerse de él? Una de las tácticas más fundamentales es evitar la comparación social. Las demás personas son el peor tipo de punto de referencia, especialmente en la era de las redes sociales. La solución más efectiva sería eliminar tus aplicaciones de redes sociales. Pero si no quieres hacer eso, toma el control del contenido en tu teléfono. Deja de seguir cualquier cuenta que te haga perder la confianza o sentirte mal contigo mismo. Limite el tiempo frente a la pantalla y consuma menos contenido. Esto puede ser difícil, pero es un paso crucial para liberarse de los puntos de referencia.
Pensar en antiguos puntos de referencia también puede ser útil. Si pudiéramos volver atrás en el tiempo y revivir algunos momentos de nuestro pasado, nos daríamos cuenta de que el presente no es tan malo. Imaginar cómo era la vida antes de disfrutar de ciertos lujos o fuentes de felicidad puede realmente ayudarnos a poner las cosas en perspectiva. Observar otros puntos de referencia menos afortunados también es eficaz. Si su trabajo le parece una molestia, imagínese cómo es para alguien que está desempleado y lucha por llegar a fin de mes.
Por último, asegúrate de seguir practicando la gratitud. La gratitud evita la comparación social y, en cambio, nos permite apreciar los mejores aspectos de nuestra vida. Después de todo, si la comparación nos roba la alegría, la gratitud elimina nuestros celos.