¿Qué son las emociones tóxicas y cómo detenerlas?

Que sont les émotions toxiques et comment les arrêter ?

Tiempo de lectura: 5 minutos

A menudo hablamos de “emociones tóxicas”, pero ¿qué son exactamente?

La ira, la culpa, la vergüenza, la ansiedad, el miedo, el autodesprecio, el arrepentimiento, la amargura y el resentimiento: estos sentimientos son todo menos positivos para nuestras vidas o nuestro bienestar mental. Todas estas son emociones tóxicas, no sólo para nosotros mismos, sino también para todos los que nos rodean, tanto en nuestra vida personal como profesional. Si no las controlamos, las emociones tóxicas pueden afectar nuestra salud mental y física. Afortunadamente, existen muchas maneras de gestionar estas emociones y alinear nuestros pensamientos con patrones positivos.

Para protegerse y proteger a sus seres queridos de las consecuencias de demasiada negatividad, comience por comprender cómo sus emociones influyen en el mundo y cómo el mundo influye en sus emociones. Es una relación bilateral, o más bien, una red de conexiones. No en vano dicen que es más fácil contagiarse de una emoción que de un resfriado.

¿Por qué sentimos emociones tóxicas tan a menudo?

Las investigaciones sobre diversos comportamientos y emociones, tanto buenos como malos, han demostrado que pueden ser contagiosos. Por ejemplo, un estudio sobre la influencia de la negatividad en la química interna de un individuo descubrió que compartir impresiones negativas sobre una tercera persona era una forma particularmente efectiva de acercar a las personas. En otras palabras, los sentimientos hostiles hacia la misma persona fomentan la formación de un vínculo emocional. 1 Sin embargo, es dudoso que este vínculo inicial pueda constituir la base saludable de una amistad duradera. Probablemente se trata de un vestigio de una era primitiva en la que la supervivencia dependía en parte del establecimiento de alianzas entre pequeños grupos de seres humanos y de la designación de los grupos fuera de estas alianzas como "enemigos".

Hoy en día, este modelo se ha vuelto disfuncional, con el riesgo de tener el efecto “anti-supervivencia” opuesto. En otras palabras, lo que solía contribuir a nuestra supervivencia se ha convertido en una fuerza que atrae personas negativas y malas influencias a nuestras vidas. Este hallazgo se suma a una investigación independiente que ha demostrado que una sola experiencia negativa puede duplicar nuestro riesgo de ser infeliz. 2

¿Cómo gestionar las emociones tóxicas?

Afortunadamente, la alegría y los actos de bondad también son contagiosos. Así como puedes aprender a gestionar las emociones tóxicas, también puedes aprender a experimentar emociones más positivas. Los efectos de un acto de bondad pueden resonar a través de conexiones sociales complejas y llegar a personas que tal vez nunca conozcas. 3 Mejor aún, debes saber que por cada persona "feliz" que te rodea, tus posibilidades de ser feliz aumentan casi un 10%. 4 Tenemos tendencia a atraer a nuestras vidas los pensamientos y emociones en los que nos centramos. Además, un instinto primitivo que nos impulsa a imitar las expresiones, el lenguaje corporal y la manera de hablar de quienes nos rodean nos hace aún más susceptibles a ser “contaminados” por las emociones de aquellos con quienes pasamos la mayor parte del tiempo. 5

No hay duda de que nuestras emociones afectan a quienes nos rodean y quienes nos rodean afectan nuestras emociones. De ello se desprende naturalmente que si te rodeas de personas que se concentran en experiencias negativas y emociones tóxicas, pronto te encontrarás alineándote con los mismos pensamientos y experiencias.

Por el contrario, si pasas tu tiempo con personas que se centran en la alegría, la gratitud, la felicidad y otras emociones positivas, notarás que tus propios pensamientos y emociones se alinearán con cosas, personas, experiencias y sentimientos que son más positivos que los que son. , ideas y conceptos positivos.

Este principio es más fácil de aplicar en casa, ya que es donde tenemos el mayor control sobre nuestras vidas. Nosotros elegimos quién puede entrar a nuestra casa, qué música escuchamos y qué canal vemos en la televisión. Estos factores ambientales pueden parecer triviales, pero pueden tener un impacto fundamental en nuestro estado emocional.

Después de un día estresante, vuelve a casa, a tu santuario personal, y pasa tiempo con tus seres queridos de mentalidad positiva, escucha música alegre, mira un programa alegre, lee un libro de autoayuda o disfruta de cualquier otra actividad que se te ocurra. Actividad relajante. De esta manera, realinearás tus pensamientos hacia frecuencias positivas y reducirás el riesgo de ser abrumado por emociones tóxicas.

¿Cómo gestionar las emociones tóxicas en el trabajo?

En la oficina necesitarás un poco más de práctica para evitar contaminarte con emociones tóxicas. De hecho, no siempre es posible elegir a las personas que nos rodean en este entorno. Ya sea un superior que les grita a sus subordinados o un colega que chismorrea sobre los miembros del equipo, no siempre es posible evitar la negatividad en el lugar de trabajo.

Cuando se enfrente a una abundancia de emociones tóxicas, refuerce sus pensamientos positivos buscando colegas que estén dispuestos a mantener una perspectiva positiva y una actitud alegre en la oficina. Esta sigue siendo la mejor actitud a adoptar para evitar ser contaminado por la negatividad circundante. Al invertir tiempo y energía en este tipo de relaciones, sus buenas acciones y positividad se propagarán por toda la oficina y contrarrestarán la negatividad. Sentirás el efecto bola de nieve de esta estrategia a medida que más y más colegas se nieguen a insistir en pensamientos tóxicos y cosechen los beneficios de una actitud positiva. El estrés en la oficina se reducirá y aumentarán las emociones positivas, lo que conducirá a una cooperación más fructífera, menos conflictos y un mejor desempeño laboral. 7

En la oficina, en casa, en un bar con amigos o en un restaurante con nuevos conocidos, recuerda siempre que no necesitas reaccionar ante todas las influencias negativas que encuentres.

A las personas negativas les gusta arrastrar a otros a su negatividad. Cuando piensas en emociones tóxicas, probablemente te viene a la mente una conversación en la que te animaron a quejarte de otra persona o situación. La próxima vez que esto te suceda, recuerda que no tienes que reaccionar. No tienes que resignarte y dejar que las emociones negativas tomen el control. Tampoco es necesario confrontar a la persona, lo cual podría potencialmente iniciar una discusión.

¿Qué hacer si no puedes evitar a una persona o entorno tóxico?

Si no tienes más remedio que estar rodeado de personas que emiten emociones tóxicas, la mejor solución es simplemente no dejar que los comentarios negativos te influyan. Tómate un momento para examinar tus propios pensamientos y ten en cuenta tu deseo de centrarte en pensamientos y experiencias positivas.

Cuando sea posible, retírese de la situación de manera rápida pero educada. En la oficina, sólo hay que decir que tienes un trabajo que terminar rápidamente. En una fiesta puedes fingir que vas a tomar una copa.

Al igual que los gérmenes, las emociones son contagiosas. Y si no tienes cuidado, podrías contaminarte con emociones tóxicas sin siquiera darte cuenta. La mejor manera de fortalecer tu inmunidad a las emociones tóxicas es rodearte de personas que alineen conscientemente sus pensamientos con frecuencias positivas.

  1. Bosson, Jennifer K., Amber B. Johnson, Kate Niederhoffer y William B. Swann. “Química interpersonal a través de la negatividad: crear vínculos al compartir actitudes negativas hacia los demás”. Relaciones Personales 13, no. 2 (2006): 135–50. https://doi.org/10.1111/j.1475-6811.2006.00109.x [ ]
  2. Hill, Alison L. y otros. “Las emociones como enfermedades infecciosas en una gran red social: el modelo SISa”. Actas de la Royal Society B: Ciencias Biológicas 277.1701 (2010): 3827–3835. Compañía Médica Panamericana. Web. 3 de mayo de 2017 [ ]
  3. James H. Fowler y Nicholas A. Christakis. “El comportamiento cooperativo se transmite en cascada en las redes sociales humanas”. PNAS 2010 107 (12) 5334-5338; publicado antes de su impresión el 8 de marzo de 2010, doi:10.1073/pnas.0913149107 [ ]
  4. Christakis, Nicholas A y James Fowler. “REDES SOCIALES Y FELICIDAD.” REDES SOCIALES Y FELICIDAD | Edge.org, sin fecha https://www.edge.org/conversation/social-networks-and-happiness [ ]
  5. Colino, Stacey. “¿Estás captando las emociones de otras personas?” US News & World Report, sin fecha https://health.usnews.com/health-news/health-wellness/articles/2016-01-20/are-you-catching-other-peoples-emotions [ ]
  6. Larson, Reed W. y David M. Almeida. “La transmisión emocional en la vida cotidiana de las familias: un nuevo paradigma para el estudio del proceso familiar”. Revista del matrimonio y la familia 61, no. 1 (1999): 5. https://doi.org/10.2307/353879 [ ]
  7. Barsade, Sigal G. “El efecto dominó: el contagio emocional y su influencia en el comportamiento grupal”. Revista de Ciencias Administrativas 47, no. 4 (2002): 644. https://doi.org/10.2307/3094912 [ ]
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